sábado, 1 de septiembre de 2012

PLIEGUE 0.1

Nuestra imagen mental de 'pliegue' nos remite a un mundo imaginativo, quizás relacionado a las reflecciones de G. Deleuze y F. Guattari, en la que todo se pliega, despliega y repliega como posibles trayectorias dinámicas. Una de las implicaciones más interesantes sería la dificultad para distinguir y situarnos con fijeza y claridad en un espacio. Estos lugares pasan del dentro al afuera, poniendo en crisis el concepto de recinto y estancia.

Desde mi punto de vista del imaginario conceptual, la idea de composición está unida al pliegue, que actúa como un canal que yuxtapone la unión de distintos sitios en el espacio en un proyecto, es decir, un puente de unión armoniosa, a veces racional y otras naturalmente armada o parte de una idea intuitiva del proyector/autor. Sin embargo, es la fuente de energía que acompaña con diferentes herramientas a imaginar o realizar a cabo dicha obra. No se trata de un ordenamiento, si no de un orden diferente, latente, propio de la personalidad de uno. Pero quizá el mayor interés esté en el descubrimiento de un espacio de relación e intercambio a la altura de las nuevas organizaciones e intercambios sociales. Como imagen, podemos ver distintas definiciones tanto en la filosofía como otras ramas, de donde se basa la arquitectura, como la geografía

Ahora bien, La tectónica de los pliegues en arquitectura sugiere ahora libertad, continuidad, indeterminación, ambigüedad, ductilidad y está abierta al cambio y a lo efímero. El plegamiento, o curvatura, puede darse en cualquiera de los límites del espacio.











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